El Centro Munay nace como reconciliación con nuestra pasión, que es ayudar a las personas con autismo o diversidad funcional y a sus familias a que su día a día sea algo más fácil.
Mi nombre es Nuria Hernando.
Empecé estudiando Pedagogía y en 3º de carrera me alcanzó la flecha del autismo, así que me licencié en Psicopedagogía (efectivamente en el pleistoceno se hablaba de Diplomaturas y Licenciaturas) y empecé a formarme y a trabajar. Luego vinieron la diplomatura de Magisterio, y otras formaciones formales y muchas, muchas, muchas horas de estudio, lectura, trabajo y descubrimientos.
Trabajé de auxiliar, de voluntaria en campamentos, de coordinadora del servicio de ocio, de tutora, de jefa de estudios y los últimos 6 años de directora de centro específico.
He podido conocer a cientos de personas con autismo y familias, he iniciado y participado en decenas de proyectos e iniciativas, he podido impartir numerosas formaciones y talleres, he sido parte de mesas de trabajo como técnica, pero… la burocracia, la presión, el deseo de llegar a todo y a todos, la conciliación familiar y la pandemia, entre otras “piedras”, pudieron conmigo y me rompí.
Y estaba yo en plena crisis de salud mental, cuando me llamó una familia para pedirme ayuda con su hijo.
Desesperados por su día a día. Sin ninguna esperanza de poder ayudar tal y como estaba, fui a conocerle y me enamoró.
Entendí que donde realmente podía ayudar era mejorando el día a día de las personas para poder ir al dentista, a tomar el aperitivo o al super.
Proporcionando herramientas útiles a las familias para empoderarse. Trabajando desde el respeto a los tiempos y a las personas…
Y decidí dejarlo todo y montar un espacio diferente en un entorno privilegiado, donde las familias sean las protagonistas creando una gran comunidad y concienciando desde la inclusión real.
Y en homenaje a ese peque que me enseñó a levantarme de nuevo y a buscar mi esencia, el centro se llama como él; CENTRO MUNAY.